martes, 16 de diciembre de 2008

Pensar...

Piensas en ya no pensar… pero si bien eres como yo, no puedes evitarlo, naciste con uno se que, qué que se yo, que no te deja parar… a veces ni estando dormido… recuerdo aquella tarde que pase con Hesse, estaba encantada de la vida con su lenguaje rebuscado, hablando como un lobo estepario, estaba tan encantada de su natural ironía, pero en mis ojos sopesaba un costal de arenas que fueron encerrándome en tumbas de pensamientos y ensoñación, que nunca sabré que eran… solo sé que habrían sido mi mejor poesía y espero patéticamente algún día salgan directamente a un papel… ¿Saben? Se supone debería estar haciendo mi tarea, toneladas de cosas por examinar, comprender y aprender, cosas con que alimentar la ya monótona forma de mis pensamientos, pero no puedo dejar de pensar y no puedo concentrarme mientras pienso en cosas en las que sé que no debería pensar pero que fluyen como una maldición al estudiante, hermoso vino a poetas, y un río del ser a los filósofos…

Yo digo que quien alcanzo el Nirvana consiguió no pensar…
Pensamientos… ¿Cómo se aprenden a manejar? o a ¿valorar? ¿Cómo valorar un pensamiento? ¿A quien si no a mi interesa el crear hombres de agua marina? ¿Mujeres de arena y sangre? corales blandos devoradores de sirenas… sirenas amorfas en abismos del cosmos… abismos mas tétricos que hoyos negros… hoyos negros con realidades de perla y plata… perlas que escupen veneno a la cara…

Sí, me agobia tanto pensar… soy esclava de un don bendito; aunque todos pensamos todo el día… ¿Porqué no oigo a otros quejarse como yo? ¿Será que el dominio de ese arte en mi no esta? Yo digo que los que no tienen ese don acabaron mal, injiriendo pastillas para dormitar, tal vez drogaron su cerebro hartos de su función interminal o en un manicomio… sí, creo que es allí a donde iré a parar si no detengo mi pensar creo definitivamente que una camisa blanca me espera en algún lugar..

Y sigue la mente enfermándose con el tiempo, no se saben cuantas cosas podrán entrarle (¿Cuantos libros podrá leer sin demencia?) y cuantas lograran salir (¿Cuantos sentimientos expulsaré?), o cuantas se realizaran en una acción concreta (¿Cuánta poesía aguantara escribir mi mano entintada?), ¿Cuánta tarea alcanzare a hacer el día de hoy?) ¡Ja! La última pregunta es la mejor, las excusas son como un mar, puedes hacer barcos inmensos en los que crees estar a salvo pero algún día te llegas a marear haces el oleaje inmenso y tan revolcado que siempre se termina estrellando uno en un peñasco de cruel realidad.

Algún día he de tocar algún otro tema… el pensar ahí esta, siempre esta, solo falta ponerlo en papel, para eso existe, solo por eso duraré un tanto más en vida, ¡inspírenme, inspírenme!, David Tochtli hoy lo lograste tu.

3 comentarios:

El beni dijo...

irala irala, pus que hizo don david?


nunca esta de mas callar la razón, para escuchar el corazón...

Judith dijo...

El Ambigüo pensamiento de un pesimista, es la inspiración imediata de este escrito, que tengo que comentar me encanto.


A veces los ecos de la razón acallan la voz del alma...

David Skalari dijo...

que extraordinaria forma de indagar en las entrañas de ese "don" que no sabemos explicar pero que lo podemos recrear,y reinventar de una manera interminable,que te transporta a lugares inexplicables y a diversas hipotesis que parecieran irracionales pero ironicamente vienen de el don razon...

jaja que bien que lo que escribi sirvio para inspirarte, y de tal manera,espero seguir alimentando a tu inspiracion en un futuro jeje.

por ultimo y situandome en mi escrito y en sus palabras finales e ahi la ambiguedad, "los ecos de la razon callan el alma" pues mi personaje hace exactamente eso y no permite "callar la razon, para escuchar el corazon" por miedo a las consecuencias,por ello su necesidad de dejar de pensar para darse un balsamo asi mismo actuando como algo inerte, solo pensante, siguiendo el curso sin atender su corazon,solo la razon....

saludos!!