A mi Musa ( I )
El entristecer a la musa no representa maldad,
es el surgimiento y declaración de una gran verdad,
verdad que lastima y confunde a la musa
pues su labor para el cual fue creada
ahora no es necesario pues la inspiración ya no es escasa.
Y ahora aquella musa se lamenta
por no haber estado en el momento donde falta hacia,
momento donde la indiferencia no es grata
y necesidad de asombro y aprecio fue lo que existía.
Los ojos de la musa reflejan gran tristeza,
el ser antes deseada y llamada con júbilo,
ahora no son más que negaciones y desprecios.
La inutilidad de la musa se ha puesto a flote
y junto a eso las tristes lágrimas salen a brote,
lágrimas que entristecen cada vez más a la musa
pues ahora su inspiración resulta irrelevante,
existen ya cosas mayores para fijar la mente.
Porque el brote de aquellas lágrimas representa
el nivel más alto al que un ser llega,
aquél estado en el que la ayuda no hace falta
para apreciar lo que en nuestro entorno se manifiesta.
La pobre musa llorando se encuentra,
pero no existe mayor culpa de la que tiene ella,
por no haber estado presente en aquellos tiempos de tormenta
ahora gran indiferencia es lo que enfrenta.
El olvido la ha cubierto por completo
cosas mayormente bellas son las que opacan su presencia,
en todos los aspectos fue superada,
y ahora por primera vez frente al desprecio se mira truncada.
Pobre musa, ahora ella es despreciada,
pero nunca olvidada,
negaciones son todas estas palabras
pues sus palabras aun son anheladas,
su presencia aun es deseada
pero silencio guardo sin expresarle nada.
Juan Antonio Gonzalez
1 comentario:
señor!! que gustazo y que aporte en verdad se la rifa barbaro,muy profundo pero pues muuy bueno en verdad me encanta el estilo con el que lo expresas ....muy chingon viejo espero siga aportando mucho mas jeje
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