Ojalá supieras lo difícil que es no poder tocarte,
no mirarte, no hablarte,
es difícil tener que tragarse las lágrimas por tu acciones…
es difícil extrañarte y no arrepentirme…
Sigo en pie por las estacas de letras que atraviesan mi alma
y mi cuerpo profano, ya solo soy figura de un fantasma
ya no existen las sonrisas vivas, ni las caricias que llenan
la piel de retoños de letras, se me han podrido encima
y ahora solo soy un pantano hediondo a pena.
¿Por qué no llorar se el dolor hay esta?.
Letras toscas son mi vida, ojalá lo fueran en cursivas…
así en ellas me desliaría pero me atoro rodando en Os
y me estrello la madre en zetas, duermo solo en Us…
y aun así termino jorobada…
dolor interminable es la carroña de mi vida
ya no hay amor, solo esta hermosa obsesion por las letras,
solo me queda este maldito rencor, rencor de tu olvido de tu engaño
y tu veneno mata palabras.
Solo marchitos poemas serán los que te escriba
y ten por seguro que la muerte violenta de tus ojos
jamas han de interpretarlos, mejores formas,
mas dignas formas han de haber para morir
que solo herida por tus ojos… incumplida véase mi pena entonces
y no consigo olvidarte ni encontrar a quien no ofenda
pidiendole suturarme el alma, no creo conseguir alguien
que me quiera tan cicatrizada, tan indignada por mi propia lengua,
por mi propia pluma, mano y letra.
Mas arrastrada no se puede sentir el alma…
herida por mi propia amiga, la poesía es entonces
ahora solo un artificio de desengaños,
engañome pues de no odiarlo y de no amarlo.
Bisturí y pinzas serán mi catarsis,
quitando de poco a poco los enfermos
cristales que tus besos vomitaron en mi alma.
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