a las flores,
que se funden en un beso
todas las mañanas;
Como ama el firmamento
a las estrellas,
que iluminan
su obscura alma;
Como ama el árbol al viento
que mantiene vivo su corazón,
y como ama el ángel a su Dios,
así mi niña te amo yo.
David Fernando Horta Velazquez
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