La Carita Feliz

Salimos en la tarde, yendo al parque
vimos esa tienda de la carita feliz
donde venden playeras de la carita feliz
y tu reflejo se confundió con la imagen de la carita,
fué en ese momento que quize adquirir tu carita feliz.

y aun que no esta en venta, me dijste "te la regalo".
Yo tambien te regalo la mia y procura no cambiarla,
pues es muy barata y simple
que el sol mismo y hasta una piedrita de zapato pueden...
cambiarla, mejorarla y hasta desbaratarla.

pero despreocupate por mi, que tu carita feliz yo procuraré
cuidartela, guardartela y hasta volverla mas feliz,
siempre para cuando la necesites.

Jesús Beniel Velasco Reyes

Por un beso

Oler el perfume de las flores,
sentir la frescura del viento,
salir en las mañanas
y admirar el amanecer,
aunque sea por un momento;

Esperar con ansia
la belleza nocturna,
observar con detenimiento
las estrellas y la luna;

Sentir el calor del sol
en las playas y el mar,
sentarme a admirar el cielo
y nada más;

Contemplar desde lejos
la figura de una chica hermosa
o la gloria en una rosa,
a todo eso renunciaría
por un beso tuyo, preciosa.

David Fernando Horta Velazquez

Amor eterno

Con el alma desgarrada
y el corazón hecho pedazos,
derramo lágrimas
de amargura y dolor;

Con la mente aturdida
y las manos temblando,
intento convencerme
de que todo se acabó;

Con la vista nublada
y el alma sangrando,
te miro mientras
a otro entregas tu amor;

Simplemente palabras
huecas, sin sentido,
engaños y mentiras,
eso fue tu amor.

David Fernando Horta Velazquez

Amor platonico

Voy recordando las noches de abril
que nunca pasamos,
pero que la belleza sabe
que hubieran sido como ella.

Noches de abril
donde Afrodita me bañaban en ti
y tu le resabas a Minerva.

Noches de abril
que pasaron a ser tardes de agosto,
donde la lluvia se llevo
las bendisiones de mi diosa.

Entonces llego Platón
a darme lecciones de amor,
lecciones...
que pasaron a ser una forma de vida.

Aunque Platón no pudo quitarme lo poeta,
me ayudo a recordar sin dolor
aquellas noches de abril.

Noches que nunca existieron,
pero que la belleza sabe
que hubieran sido como ella.

Así te amo

Como ama el rocío
a las flores,
que se funden en un beso
todas las mañanas;

Como ama el firmamento
a las estrellas,
que iluminan
su obscura alma;

Como ama el árbol al viento
que mantiene vivo su corazón,
y como ama el ángel a su Dios,
así mi niña te amo yo.

David Fernando Horta Velazquez

Lejos de ti

Sueño con un beso tuyo,
sueño que al despertar te abrazo,
sueño que estas conmigo
y al despertar es cuando mas te extraño.

Porque sé que estas lejos,
que no te puedo alcanzar,
pero a pesar de la distancia
a nadie podría querer más.

A cada momento anhelo
poder tenerte cerca,
respirar el perfume de tu pelo
y estrecharte con fuerza.

Darte un beso
que te arranque
un suspiro desde el fondo de tu corazón,

Un Te amo
que te petrifique de la emoción,
una caricia
que despierte tu pasión,
una mirada
que te deje sin respiración,

Un abrazo
que nos marque con una eterna vibración,
y que suceda el milagro
de sentirnos aunque no estemos juntos mi amor.

David Fernando Horta Velazquez

algo

yo tengo algo que publicar...bueno en realidad no tanto, sólo...es esa necesidad del ego de ser leído...en fin, es un texto, no sé exactamente qué es y no traten de comprenderlo, yo tampoco lo hago. saludos y muchas gracias por la lectura. se aceptan comentarios, quejas y sugerencias. dejo mi correo para lo que sea: teatro_de_letras@hotmail.com

gracias!

El poema explota. Despierto al sueño y me veo a mí mismo sobre un gran valle. Me acompaña una voz: –Debajo de esta tierra están enterrados todas las catedrales del tiempo-. Remuevo la tierra con el pie izquierdo y me veo de pie sobre el vitral de la cúpula…¿cuál? No importa.
Al principio era el orden, dice mi padre, y yo le creo. Este universo cada vez es más caótico. Carajo…¿catedrales? ¿por qué catedrales?
Ojalá pudiera vender mis sueños, sería una manera muy poética de suicidarme. ¡Momento! eso también lo he leído…sí, Truman Capote. ¿por qué no puedo escribir algo que no haya sido leído, Camila? ¿por qué también te leí a ti?
Regresaré al valle, al sueño, ¿quién estaba conmigo? No recuerdo la voz, quizá si la reconociera entonces podría…Tampoco recuerdo los gemidos en el motel hace tres meses ni la voz de mi tía muerta. Al fin, sueños y realidad en pasado son sólo recuerdos. También tu voz la olvidé, Camila, pero no olvido tu olor a flores de santa cuando te morías entre mis brazos.

Despierto al sueño y me veo a mí mismo sobre tu gran valle. Me acompaña una voz: -Debajo de esta tierra están enterradas todas las catedrales del tiempo-. Remuevo tu tierra con la mano izquierda y me veo flotando sobre la cópula…¿cuál? No importa.
Dios estaba equivocado sólo en una cosa: los conceptos y su redacción. Al principio no era el caos. Al principio había un poema, al principio tú existías en otra constelación, al principio todo era silencio.
Ojalá pudiera comprar sueños, sería una manera cruel de acabar con el mundo. Sí, otra vez Capote. Pero es que así podría escribir algo que no he leído y de ese modo tu olor y tu cuerpo se irían con tu voz olvidada (sólo espero que no se los lleve el viento, para que no regreses en el próximo invierno).

Despierto al sueño y me veo a mí mismo. Caen cortinas de tierra y de luz. No hay voces. Alzo la cara y me veo bajo el vitral de la cúpula…
¿esto es el orden?
Ojalá pudiera adivinar mis sueños, así infaliblemente escribiría sobre algo que no ha sido leído. Mis sueños leerían mis letras y serían lo que quiero, y yo escribiría lo que ellos quieren.
¿y la voz? ¿y los olores de tu muerte, Camila?

Despierto al sueño y me veo a mí mismo. Caen cortinas de tierra y de luz. Hay una voz a lo lejos. Alzo la cara y me veo bajo la cópula…Sí importa, siempre ha importado.
Ojalá pudiera escribir los sueños del mundo para volver al orden, al poema primigenio.
[Tal vez Dios te soñaba y por eso el universo es un caos.]
Ojalá nunca pueda escribir los sueños del mundo, porque no he olvidado lo que leí en ti, Camila.

FarSa 29.10.08

Es dificil...

Ojalá supieras lo difícil que es no poder tocarte,
no mirarte, no hablarte,
es difícil tener que tragarse las lágrimas por tu acciones…
es difícil extrañarte y no arrepentirme…

Sigo en pie por las estacas de letras que atraviesan mi alma
y mi cuerpo profano, ya solo soy figura de un fantasma
ya no existen las sonrisas vivas, ni las caricias que llenan
la piel de retoños de letras, se me han podrido encima
y ahora solo soy un pantano hediondo a pena.
¿Por qué no llorar se el dolor hay esta?.

Letras toscas son mi vida, ojalá lo fueran en cursivas…
así en ellas me desliaría pero me atoro rodando en Os
y me estrello la madre en zetas, duermo solo en Us…
y aun así termino jorobada…
dolor interminable es la carroña de mi vida
ya no hay amor, solo esta hermosa obsesion por las letras,
solo me queda este maldito rencor, rencor de tu olvido de tu engaño
y tu veneno mata palabras.

Solo marchitos poemas serán los que te escriba
y ten por seguro que la muerte violenta de tus ojos
jamas han de interpretarlos, mejores formas,
mas dignas formas han de haber para morir
que solo herida por tus ojos… incumplida véase mi pena entonces
y no consigo olvidarte ni encontrar a quien no ofenda
pidiendole suturarme el alma, no creo conseguir alguien
que me quiera tan cicatrizada, tan indignada por mi propia lengua,
por mi propia pluma, mano y letra.

Mas arrastrada no se puede sentir el alma…
herida por mi propia amiga, la poesía es entonces
ahora solo un artificio de desengaños,
engañome pues de no odiarlo y de no amarlo.

Bisturí y pinzas serán mi catarsis,
quitando de poco a poco los enfermos
cristales que tus besos vomitaron en mi alma.

En silencio

Desde lejos admiro
tu gracia al caminar,
una enorme distancia nos separa
y no la puedo sortear;

Sufro en tu ausencia,
sufro sin razón,
mientras espero una mirada tuya
que reanime mi corazón;

Te alejas poco a poco
y mi mundo se obscurece,
sin darte cuenta que este
humilde corazón te pertenece;

Soñando contigo,
veo tu hermosa sonrisa
que me acompaña en las noches
solitarias y frías;

Amándote en silencio,
sin que nadie se dé cuenta,
sin suspirarlo al viento,
sin llorar por tu ausencia.

David Fernando Horta Velázquez