Hoy no llovió. Se deshilacharon los vestidos negros del closet, la polilla es incesante a veces, pero nada que nos importe demasiado, como ven, los no problemas son comunes aquí, los fregaderos rotos y la escases de luz no son cosas que nos eviten seguir la vida común, las carcachas podridas de la cochera no impiden que guardemos mas cacharros, podría jurar que esa cochera es un agujero negro, sin batallar de acomodos, las cosas se echan así no mas, como cuando alguien no ocupa su corazón y se lo hecha a los perros. Si y todo por que hoy no llovió.
Pensar que esos vestidos eran de mi abuela y se curaban en larvas desde hace añales, pero yo no controlo el clima aparte ni me quedaban, lo mas que puedo hacer es barrer los hilachos y tejerle algo lindo a la abuela y a ver si los quiere por que son de esas que las cosas no las quiere si no son a la antigua, no me pondré agujas en los dedos para tejerle unos trapos, ni que no doliera, por eso ha de ser que tiene los dedos tan chuecos y flacos, como chupados por una sanguijuela.
Se han caído las alcaparras de la mesa, saltaron como desesperadas, es que a nadie nos gustan en la casa, las trajo la tía Esther, pero ya ven, las muy condenadas no supieron aceptar que algunas se comen y otras se pudren, al fin y al cabo ni saben de la que se salvaron.
Se agacharon por la tarde las ardillas, el primo José Abundio vino a crear de esas maquinas raras que disque cortan los vidrios de pasto, pero nunca a conseguido mas que pulir hasta que destellen los rayos del sol tan fuertes, que la navidad ni parece invierno y los veranos de plano ni los pasamos en casa, por que se nos aguada la madera y es difícil inflarla, y nos da miedo que en la noche nos asfixie el techo. Por eso cuando el primo viene las ardillas se agachan por que odian sus reflejos de peludas dientonas. El vecino cuida esos días la casa, ay le pedimos que le eche un ventilador, por que luego al llegar ni se puede entrar, solo si se quiere bañar uno en sudor, y tomar saunas en vez de baños. Yo quisiera decirle al primo que ya no viera con sus aparatos, pero me da pena, por que es sordo, de esos que no saben que lo son.
Debo irme a tejer estas cosas, esos hilachos para la abuela, se le caerá la cara, si de tristeza, pero luego de la levantara, eso es lo que le encanta últimamente, pegarse las caras, como si la pintura le quitara las penas.
viernes, 14 de agosto de 2009
viernes, 7 de agosto de 2009
BREVIANÍAS
“Cordura”
Cuando abordó el camión para regresar a casa nunca pensó que encontraría aquellos enormes ojos inmersos en aquel tan bello rostro.
Apenas pagó el pasaje, dio vuelta, se encontró con ella, la miró fijamente se quedó pasmado y siguió de largo para colocarse a dos asientos de distancia.
No podía dejar de observarla, algo mágico había sucedido en aquel camión; pensó en acercarse y decirle que por más absurdo que pareciera él estaba completamente enamorado de ella.
Pensó y repensó la manera de decírselo, y al final resolvió que todo aquello era una locura y optó por sólo contemplar su espalda hasta que fuera momento de llegar a su destino.
Apenas él bajó del transporte, ella volteó y se dijo en silencio:
-Menos mal que no me acerqué, habría pensado que era yo una loca por haberme enamorado de él con tan sólo mirarlo.
Una vez más triunfó la cordura.
“Pequeñitos”
Siempre le gustó la música.
Le encantaba perder el tiempo escuchando el rechinido que producía la mecedora cuando el abuelo se posaba en ella.
Imaginaba que dentro de la mecedora había un grupo de seres muy pequeñitos haciendo música, una música muy propia del mundo de esos seres pequeñitos, por lo que sus oídos no eran capaces de descifrarla y sólo podía percibir el rechinido.
Tiempo después formó una banda de punk-rock a la cual nombró “La mecedora del abuelo”
- ¿De dónde vienes?
- De tocar abuelo.
- ¿De verdad hay quien piensa que todo ese ruidajo es música?
- Sí abuelo, unos seres muy pequeñitos.
“Con-Sentidos”
En el mundo de los con-sentidos suceden cosas que a nosotros los terrestres podrían resultarnos extrañas.
Allá los sordos escuchan con los ojos, es decir, tienen la capacidad de ver una onomatopeya cada vez que se suscita un sonido; ante el mugido de la vaca ellos ven un enorme y colorido ¡MUUUUU!, cuando alguien es golpeado ellos obtienen como resultado un ¡PUM! o un ¡ZAZ!, dependiendo de la gravedad del asunto; cabe señalar que no tienen dificultades al momento de comunicarse, puesto que pese a no poder escuchar son unos excelentes lectores, y gracias a los subtítulos que aparecen cuando alguien los llama o se pone a charla con ellos, comprenden todo a la perfección.
Los ciegos tampoco son del todo ciegos, tienen un sentido del olfato altamente desarrollado que les permite saber que es lo que tienen por delante e incluso los estados de ánimo de las personas; ellos huelen y su cerebro decodifica los olores para así poder formar una imagen mental de su entorno. Un ciego en el país de los con-sentidos es capaz de saber a que huele cada uno de los colores de la escala cromática, su problema viene cuando algún curioso pide explicaciones.
- Oiga señor invidente, ¿a qué huele el amarillo?
- Huele a amarillo, ¿a qué otra osa puede oler el amarillo?
Y así sucesivamente sucede en el mundo de los con-sentidos, cada “incapacidad” es contrarrestada por un don.
Pero existe una especie que en el mundo de los con-sentidos que bien podría pasar desapercibida en la tierra por su similitud con nuestra raza: los mancos.
Los mancos cuando pueden conseguir una mujer y llevarla a la cama lo hacen sin detenerse a pensar en otra cosa, cuentan con un libido insaciable; pero cuando sus dotes de conquista se ven frustrados no tienen otra opción más que hacer gala de su maravilloso don, de su bendito don, de su satisfactorio don: “hacerse justicia por su propia mano”, su única y propia mano.
Sólo ellos fueron honrados con el don de la masturbación.
“Cumpleaños”
No había duda, aquel era el mejor de sus cumpleaños, el noveno y el mejor de sus cumpleaños.
Su gran familia y todos sus compañeros de la escuela reunidos en el enorme jardín de su gigantesca casa, piñatas con la formas de sus personajes de caricatura favoritos, un grandísimo pastel de chocolate, las mañanitas y muchas porras para él, y por si fuera poco un payaso divertidísimo.
No había duda, aquel era el mejor de todos sus cumpleaños, incluso pensaba que era perfecto, pensaba que era prefecto mientras fijaba su mirada somnolienta en el cielo e inhalaba con su boca irritada el pegamento contenido en la bolsa que sostenía su mano.
Aquel cumpleaños continuaría siendo prefecto mientras no se terminara el activo.
“A La Luna No”
El reportero no lo podía creer.
Dentro del centro de convenciones se encontraban las cuatro familias, las cuatro familias que dominaron al mundo, lo moldearon a su antojo y terminaron por destruirlo. Se encontraban ahí porque faltaban escasas doce horas para que se llevara a cabo su viaje a la luna, donde, según contaron, fundaran un nuevo mundo habitable, con menos habitantes y más recursos. Estaban ahí dentro disfrutando de un banquete previo y a su vez llevando a cabo el sorteo “viajero X”. En el trasbordador que los transportaría sólo quedaba espacio para una familia; gobernantes de todas las naciones y grandes empresarios se inscribieron en el sorteo con el objetivo de ser los elegidos por el azar para viajar al nuevo mundo.
Afuera del centro de convenciones se encontraban todos, todos aquellos que no pueden viajar a la luna más que en sueños, todos aquellos que se quedarían a sobrevivir en la tierra, en la tierra de tierras áridas, de agua manchada por el petróleo, de oxigeno cada vez más emparentado con el monóxido.
El reportero no lo podía creer, aquello era una gran fiesta, seguramente llevaban semanas sin comer y sin beber gota alguna de agua, pero parecía no importar, todos estaban sumidos en el contagioso ritmo de las percusiones, todos mostraban una grata sonrisa, incluso los cadáveres parecían ser felices.
El reportero no lo podía creer, no le alcanzaba la razón para comprenderlo; así que sin más demora se aventuró a realizar una entrevista. Se acercó a un caballero, el que parecía dirigirlo todo, el que se mostraba más enjundioso:
-¿Dígame señor, por qué están tan felices si son ustedes los que se quedan a perecer en este mundo que es una mierda?
-Estamos felices –respondió el eufórico bailarín, porque no tenemos comida, no tenemos agua, pero tenemos los tambores y nuestras inagotables ganas de bailar, celebrar y reír, estamos felices porque nuestra vida nunca ha sido fácil y pese a todo siempre hemos encontrado el lado positivo de las cosas; pero para serte más sincero he de contarte que estamos aquí festejando porque queremos consumir hasta el último reducto de nuestra felicidad, queremos morir totalmente agotados y sin una chispa de alegría en nuestro cuerpo, queremos ser felices y quedarnos nuestra felicidad aquí con nosotros; nos lo habrán quitado todo, pero nadie muchacho, nadie se llevará si quiera una sonrisa nuestra a la luna.
Habiendo escuchado la respuesta, el reportero arrojó el micrófono, se quitó el chaleco con el distintivo del medio y con una gran sonrisa se unió a la celebración.
Se percató de que él también era uno de ellos.
"Pontxo"
Cuando abordó el camión para regresar a casa nunca pensó que encontraría aquellos enormes ojos inmersos en aquel tan bello rostro.
Apenas pagó el pasaje, dio vuelta, se encontró con ella, la miró fijamente se quedó pasmado y siguió de largo para colocarse a dos asientos de distancia.
No podía dejar de observarla, algo mágico había sucedido en aquel camión; pensó en acercarse y decirle que por más absurdo que pareciera él estaba completamente enamorado de ella.
Pensó y repensó la manera de decírselo, y al final resolvió que todo aquello era una locura y optó por sólo contemplar su espalda hasta que fuera momento de llegar a su destino.
Apenas él bajó del transporte, ella volteó y se dijo en silencio:
-Menos mal que no me acerqué, habría pensado que era yo una loca por haberme enamorado de él con tan sólo mirarlo.
Una vez más triunfó la cordura.
“Pequeñitos”
Siempre le gustó la música.
Le encantaba perder el tiempo escuchando el rechinido que producía la mecedora cuando el abuelo se posaba en ella.
Imaginaba que dentro de la mecedora había un grupo de seres muy pequeñitos haciendo música, una música muy propia del mundo de esos seres pequeñitos, por lo que sus oídos no eran capaces de descifrarla y sólo podía percibir el rechinido.
Tiempo después formó una banda de punk-rock a la cual nombró “La mecedora del abuelo”
- ¿De dónde vienes?
- De tocar abuelo.
- ¿De verdad hay quien piensa que todo ese ruidajo es música?
- Sí abuelo, unos seres muy pequeñitos.
“Con-Sentidos”
En el mundo de los con-sentidos suceden cosas que a nosotros los terrestres podrían resultarnos extrañas.
Allá los sordos escuchan con los ojos, es decir, tienen la capacidad de ver una onomatopeya cada vez que se suscita un sonido; ante el mugido de la vaca ellos ven un enorme y colorido ¡MUUUUU!, cuando alguien es golpeado ellos obtienen como resultado un ¡PUM! o un ¡ZAZ!, dependiendo de la gravedad del asunto; cabe señalar que no tienen dificultades al momento de comunicarse, puesto que pese a no poder escuchar son unos excelentes lectores, y gracias a los subtítulos que aparecen cuando alguien los llama o se pone a charla con ellos, comprenden todo a la perfección.
Los ciegos tampoco son del todo ciegos, tienen un sentido del olfato altamente desarrollado que les permite saber que es lo que tienen por delante e incluso los estados de ánimo de las personas; ellos huelen y su cerebro decodifica los olores para así poder formar una imagen mental de su entorno. Un ciego en el país de los con-sentidos es capaz de saber a que huele cada uno de los colores de la escala cromática, su problema viene cuando algún curioso pide explicaciones.
- Oiga señor invidente, ¿a qué huele el amarillo?
- Huele a amarillo, ¿a qué otra osa puede oler el amarillo?
Y así sucesivamente sucede en el mundo de los con-sentidos, cada “incapacidad” es contrarrestada por un don.
Pero existe una especie que en el mundo de los con-sentidos que bien podría pasar desapercibida en la tierra por su similitud con nuestra raza: los mancos.
Los mancos cuando pueden conseguir una mujer y llevarla a la cama lo hacen sin detenerse a pensar en otra cosa, cuentan con un libido insaciable; pero cuando sus dotes de conquista se ven frustrados no tienen otra opción más que hacer gala de su maravilloso don, de su bendito don, de su satisfactorio don: “hacerse justicia por su propia mano”, su única y propia mano.
Sólo ellos fueron honrados con el don de la masturbación.
“Cumpleaños”
No había duda, aquel era el mejor de sus cumpleaños, el noveno y el mejor de sus cumpleaños.
Su gran familia y todos sus compañeros de la escuela reunidos en el enorme jardín de su gigantesca casa, piñatas con la formas de sus personajes de caricatura favoritos, un grandísimo pastel de chocolate, las mañanitas y muchas porras para él, y por si fuera poco un payaso divertidísimo.
No había duda, aquel era el mejor de todos sus cumpleaños, incluso pensaba que era perfecto, pensaba que era prefecto mientras fijaba su mirada somnolienta en el cielo e inhalaba con su boca irritada el pegamento contenido en la bolsa que sostenía su mano.
Aquel cumpleaños continuaría siendo prefecto mientras no se terminara el activo.
“A La Luna No”
El reportero no lo podía creer.
Dentro del centro de convenciones se encontraban las cuatro familias, las cuatro familias que dominaron al mundo, lo moldearon a su antojo y terminaron por destruirlo. Se encontraban ahí porque faltaban escasas doce horas para que se llevara a cabo su viaje a la luna, donde, según contaron, fundaran un nuevo mundo habitable, con menos habitantes y más recursos. Estaban ahí dentro disfrutando de un banquete previo y a su vez llevando a cabo el sorteo “viajero X”. En el trasbordador que los transportaría sólo quedaba espacio para una familia; gobernantes de todas las naciones y grandes empresarios se inscribieron en el sorteo con el objetivo de ser los elegidos por el azar para viajar al nuevo mundo.
Afuera del centro de convenciones se encontraban todos, todos aquellos que no pueden viajar a la luna más que en sueños, todos aquellos que se quedarían a sobrevivir en la tierra, en la tierra de tierras áridas, de agua manchada por el petróleo, de oxigeno cada vez más emparentado con el monóxido.
El reportero no lo podía creer, aquello era una gran fiesta, seguramente llevaban semanas sin comer y sin beber gota alguna de agua, pero parecía no importar, todos estaban sumidos en el contagioso ritmo de las percusiones, todos mostraban una grata sonrisa, incluso los cadáveres parecían ser felices.
El reportero no lo podía creer, no le alcanzaba la razón para comprenderlo; así que sin más demora se aventuró a realizar una entrevista. Se acercó a un caballero, el que parecía dirigirlo todo, el que se mostraba más enjundioso:
-¿Dígame señor, por qué están tan felices si son ustedes los que se quedan a perecer en este mundo que es una mierda?
-Estamos felices –respondió el eufórico bailarín, porque no tenemos comida, no tenemos agua, pero tenemos los tambores y nuestras inagotables ganas de bailar, celebrar y reír, estamos felices porque nuestra vida nunca ha sido fácil y pese a todo siempre hemos encontrado el lado positivo de las cosas; pero para serte más sincero he de contarte que estamos aquí festejando porque queremos consumir hasta el último reducto de nuestra felicidad, queremos morir totalmente agotados y sin una chispa de alegría en nuestro cuerpo, queremos ser felices y quedarnos nuestra felicidad aquí con nosotros; nos lo habrán quitado todo, pero nadie muchacho, nadie se llevará si quiera una sonrisa nuestra a la luna.
Habiendo escuchado la respuesta, el reportero arrojó el micrófono, se quitó el chaleco con el distintivo del medio y con una gran sonrisa se unió a la celebración.
Se percató de que él también era uno de ellos.
"Pontxo"
miércoles, 5 de agosto de 2009
Felicidades Barda
1 año mis queridos barderos!!!
1 año de participaciones casi seguidas jajaj y de post tristes, chistosos y hasta resistentes ojala se siga nutriendo este desmadre y mas gente le entre a este proyecto el cual nos puede dar a conocer y nos puede impulsar ya sea como blog o como amigos
paz y amor
felicidades a todos los que lo hacen posible
un abrazo.
1 año de participaciones casi seguidas jajaj y de post tristes, chistosos y hasta resistentes ojala se siga nutriendo este desmadre y mas gente le entre a este proyecto el cual nos puede dar a conocer y nos puede impulsar ya sea como blog o como amigos
paz y amor
felicidades a todos los que lo hacen posible
un abrazo.
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