Calaverso provee de miedo, vergüenza, pena, inseguridad, cordura, todo ello con tal de acorralar a dichas palabras para desistir de su revolución, su amor, su honestidad, su dignidad y así invitarlas a engrosar las filas de su éxodo, las cuales aumentan sin parar día con día.
Se oculta entre la redundancia y los vuelcos al tema entre aquel individuo que ama a alguien en una tarde cualquiera, donde el corazón esta latiendo de forma desbocada, y el escenario es perfecto pero las palabras no salen, donde quisiste que estuviera desde hace 10 intentos, pero jamás ocurrió nada, porque las palabras ya son de él.
Porque la misión principal de calaverso es en el lado amoroso. Le encanta disfrazar el dolor y el placer. Se lleva las palabras que preparaste para esa persona que amas a cambio de que no recibas un dolor más grande, el cual sería producto del rechazo. Porque él solo aparece en ese tipo de casos, en el que sabe que no podrás hacer nada en su contra y te vende muy barato un consuelo incisivo, la incertidumbre. Te dejara una secuela para el resto de tu vida, imaginar miles de veces el que pudo pasar y el que pudo ser, si hubieras hablado, tendrás la capacidad (gracias a él) de recrear en tu cabeza escenarios que no dejo que existieran, pero seamos honestos el te evito el dolor.
Calaverso solo hace su trabajo, el no toma parcialidad, solo busca el momento preciso para aparecer y hacer que se desista del Intento. No es ni bueno ni malo, simplemente tiene una misión.
Así que si quiere seguir siendo un ferviente seguidor de calaverso, simplemente siga siendo el mismo, que él no necesita alabanzas ni tampoco plegarias para acudir a su vida, el lo busca a usted para ayudarlo a no decir sandeces, tonterías o sentimientos que lo puedan herir, él le evita problemas.
Ahora que si usted es ateo y no cree en calaverso, también existe la posibilidad de alejarlo por completo de su vida de una forma fácil y segura, simplemente cuando este en alguno de los casos narrados anteriormente respire profundo, apriétese los huevos fuertemente y dígalo, vera que ni calaverso podrá evitar que usted parle como un demente, hasta saciar sus ganas de expresarse sin importar las consecuencias.
David Skalari
